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Actualización de técnicos deportivos en materia de discapacidad: caso práctico

Actualización de técnicos deportivos en materia de discapacidad: caso práctico

Descripción del caso

Trastorno generalizado del desarrollo. Buena comprensión de acciones pero inseguro, débil (“flojo”) y miedoso. Niña de 9 años con muchas capacidades potenciales, pero en ocasiones se ve frenada por sus miedos e inseguridades. Su capacidad de ejecución es floja, no es muy enérgica y cuando realiza algún movimiento o acción y no tiene el efecto deseado, tiende a abandonar. Su madre es muy protectora con ella y tiene un hermano mayor que acude a clases de equitación desde hace dos años.

1. Preparación y Elaboración del programa de formación

Introducción

En el trastorno generalizado del desarrollo (en adelante TGD), se presentan una asociación de síntomas conocida con el nombre de “tríada de Wing”, nombre de la investigadora inglesa que probó, mediante estudios clínicos y estadísticos, la existencia habitual de los siguientes trastornos en las personas afectadas:

  • Trastornos de la comunicación verbal y no verbal.
  • Trastornos de las relaciones sociales.
  • Centros de interés restringidos y/o conductas repetitivas.

Según el enunciado del ejercicio, el caso planteado estaría más en la línea de un tipo de trastorno en el que puede aparecer algún rasgo aislado, hecho que nos permitiría clasificar el trastorno como “trastorno generalizado del desarrollo no especificado” (TGD-NE),  de tipo residual.

En este caso, trataríamos a la niña del caso práctico como una niña normal de su edad, teniendo en cuenta su singularidad a la hora de realizar las distintas sesiones de trabajo.

La edad de esta niña corresponde a la etapa evolutiva de la tercera fase de la infancia, la comprendida entre los 6 y los 12 años. Para tener una mejor comprensión de lo que esto significa, repasaremos brevemente los distintos tipos de desarrollos de esta etapa:

  • Desarrollo motor: Durante esta etapa, los niños y niñas crecen rápidamente, adquieren una notable elasticidad pero una transitoria insuficiencia muscular, junto a una inseguridad motora i psicológica. A los 8/9 años, tienden a engordan, recuperando así el equilibrio entre el peso i la estatura. A esta edad, también juegan en grupo y saben a aceptar las normas. El principal objetivo del desarrollo psicomotor debería ser el control del propio cuerpo, en función de las características y limitaciones de cada individuo, haciendo especial hincapié en los ejercicios que permitan trabajar todos los esquemas motores de base.
  • Desarrollo cognitivo: La forma de pensar de los niños y niñas de estas edades va evolucionando hacia un modelo más lógico. Dejan de sentirse el centro del universo. Su lenguaje corporal y su forma de comunicarse es más interpersonal. Aumenta su vocabulario y su capacidad de expresión. Mejora su capacidad espacial y por tanto, su orientación. Pueden clasificar y valorar el tiempo y las distancia. Los juegos evolucionan de los simbólicos y representativos a los de construcción y reglas, las cuales les permiten entender el significado social de las normas.
  • Desarrollo afectivo: En esta etapa evolutiva, aparece el concepto de autoestima. Los niños y niñas ya pueden hacer una valoración de cómo se ven a ellos mismos. Si su valoración es positiva, se manifiestan optimistas y confiados. Resulta importante para la autoestima de los niños que se sientan aceptados por los adultos y que estos, escuchen y valoren sus propuestas. Los adultos también han de mostrarse positivos y optimistas, ya que actúan como modelo de referencia para los niños.
  • Desarrollo social: Un niño o niña que se sienta querido, que  tenga un ambiente familiar estable y que esté acostumbrado a relacionarse, no debería presentar ninguna dificultad para adaptarse a los cambios que poco a poco se irán produciendo en su vida.

a. Explicación de cómo evaluarías la autonomía del alumno en el centro ecuestre con los recursos que cuenta un profesor de escuela. Por ejemplo: autonomía para la marcha, autonomía en el entorno, autonomía comunicativa y relacional,…

En la primera sesión con la niña trabajaría el reconocimiento de la hípica y la preparación del caballo. Para ello, haría un reconocimiento de las distintas zonas de la hípica, en especial, las de la pequeña escuela. Haría que en el recorrido la acompañara también su hermano y algún que otro amigo/a del hermano. Presentaría a la niña a los distintos profesionales de la hípica y marcaría un protocolo de seguridad en caso de que la niña deambulara sola por el centro y se sintiera perdida. A continuación, intentaría sociabilizar a la niña con otros niños y niñas de su edad y plantearía ir a buscar el caballo, su limpieza y preparación y la presentación de los utensilios que se utilizan como un juego participativo. A partir de aquí, ya con el caballo preparado y con la niña debidamente equipada, plantearía unos pequeños juegos individuales de conducción del caballo pie a tierra y de equilibro encima del caballo, con manipulación de objetos, fuerza, trucos de inmovilización de las espaldas, etcétera. Para estos juegos, intentaría que el hermano me ayudará en alguno de los ejercicios. En función de cómo se desarrollara esta primera sesión, o las primeras sesiones, avanzaría más lenta o rápidamente.

b. Una vez evaluada la situación inicial, establecer los objetivos deportivos a alcanzar en 8 sesiones de equitación, basándonos en el programa de formación de Jinetes de la RFHE.

Los objetivos a alcanzar se basarían en el programa de galopes de nivel 1. En este nivel existen 10 etapas, cada una de ellas con sus correspondientes objetivos. Los objetivos educativos y psicomotores del programa de galopes para ponis están segmentados en dos bloques: edades comprendidas entre los 7 y 9 años y edades comprendidas entre los 9 y 12 años. En nuestro caso, nos guiaremos preferentemente por la franja de 7 a 9 años. La siguiente tabla los ilustra.

Etapas Objetivos técnicos Ob. educativos y psicomotores
1

Llevar el caballo del diestro por una línea recta. Llevarle a la mano al paso por un slalom de 3 conos. Pararse y pasar las riendas por encima del cuello.

Ayuda entre niños. Destreza sentado sobre el poni. Cooperación. Confianza en el poni.
2 Subirse al caballo sin que se salga de una zona determinada. Aplicar las normas de seguridad. Bajar del caballo con seguridad. Confianza en el poni. Autonomía. Participación en equipo.
3 Partir al paso de manera individual. Parar en una zona determinada. Parado y andando, coger y soltar las riendas. Atención. Precisión. Paciencia.
4 Dirigir al caballo sobre un circuito que comprende líneas rectas y cambios de dirección. Mantener la impulsión durante el trazado. Mantener los hombros ligeramente retrasados, las caderas colocadas. Autonomía. Percepción del movimiento del paso.
5 Al paso sin los estribos, calzar los estribos, soltar los estribos. Efectuar varias transiciones del paso al trote sentado y viceversa. Cuidar la boca del caballo, fijando las manos en el collarín. Mantener las espaldas ligeramente por detrás de las caderas durante los diferentes ejercicios. Autonomía. Confianza. Organización en el espacio y entre jinetes.
6 Trotar levantado con un collarín o sin él, solo o detrás de otro jinete. Trotar levantado y tratar de mantenerse en suspensión sobre los estribos durante algunos trancos. Observación. Atención. Reactividad. Equilibrio y tonicidad.
7 Trotar sentado. Soltar los estribos y seguir al trote. Mantenerse relajado en la montura. Caer al paso. Coordinación motora. Equilibrio. Lateralización del niño.
8 Partir al galope desde el paso o el trote. Mantenerse al galope al menos 20 metros. Equilibrio. Participación en equipo. Cooperación. Confianza.
9 Galopar sentado sosteniéndose con un collarín. Al galope, soltar una mano. Galopando, soltar los estribos. Autonomía. Energía. Anticipación. Percepción del espacio.
10 Subir al caballo sin que se mueva. En línea recta, el paso más rápido posible sin andar al trote (20 m). Trotar sentado 20 m y marcar una parada de 10 s. Galopar sin estribos. Trotar levantado sin necesitar al collarín. Trotar en suspensión por lo menos 20 m. Autonomía. Energía. Atención. Autoestima.

Los objetivos que plantearía en 8 sesiones serían llegar hasta la etapa 5 del galope 1, exceptuando el punto 5.2 (transiciones del paso al trote sentado). El trote únicamente lo realizaría levantado.

2. La Programación del Proceso de Enseñanza

a. Calendario de ejecución.

Una sesión semanal, coincidiendo el mismo día que va a montar el hermano, preferiblemente el sábado por la mañana.

b. Lugar de desarrollo: centro ecuestre e instalaciones con las que contamos, zona de trabajo, pista exterior, picadero…

El centro ecuestre es una hípica convencional modelo poni club. La zona de la pequeña escuela está cerca del aparcamiento, pero separada del resto de las instalaciones. En el poni club podemos encontrar un pequeño guadarnés, lavabos independientes, bancos para los padres, máquinas de vénding, cercados semicubiertos para los ponis y dos pistas de 15×25 m., todo muy a mano. En el poni club se trabaja con ponis shetland, A y B. Toda la señalización está pensada para niños, con dibujos o pictogramas. La altura de los vallados y del resto del mobiliario está adaptado a los clientes o usuarios de esta zona. Para las clases con ponis se utilizan sillas con asideros, conos, banderines, pelotas tipo “horseball”, riendas que marcan con distintos colores la posición de las manos, barras de tranqueo, pequeños reparos, etcétera.

La hípica también dispone de una zona común, con la secretaría, una pequeña cafetería, lavabos, vestuarios  y el guadarnés principal. Además, existen otras zonas de servicios, como por ejemplo, el aparcamiento para coches, otro para remolques, un silo para el concentrado y un cubierto para los distintos tipos de forraje. La hípica, que está al corriente en todo lo relativo a los riesgos laborables, también tiene los correspondientes botiquines, así como los extintores reglamentarios debidamente ubicados. Además de pádocks done viven los caballos de la hípica y de los clientes en semilibertad, también existen varias cuadras o box convencionales para algunos de los caballos. Además de las pistas de la pequeña escuela, el centro también dispone de una pista circular de 16 m. de diámetro, una pista pista de trabajo de 20x40m., una pista de doma de 20×60 m., una pista de salto de 50×80 m. y un pequeño recorrido de cros.

c. Planificación del curso: horarios, profesorado, voluntariado, caballos disponibles…

Las sesiones se desarrollarían un día a la semana, principalmente los sábados, tal y como se ha mencionado anteriormente. El horario sería, sobre todo durante las primeras sesiones, antes o después de la clase del hermano, ya que podríamos incorporar a este en algún momento de la sesión con la finalidad de crear confianza en la niña.  Una vez la niña hubiera desarrollado mayor confianza e independencia, incorporaríamos a la niña a un grupo de pocos alumnos, preferiblemente un poco menores que ella, o como máximo, de su misma edad. El perfil del profesorado sería el de un técnico/a deportivo/a en equitación, joven y animado/a, que podría incorporar en las primeras clases  al hermano en algún tipo de ejercicio. El tipo de caballo escogido sería un poni A o B, dependiendo de la altura, corpulencia y autonomía de la niña. En función de la conducta de sobreprotección de la madre, podríamos considerar incorporarla o alejarla de la actividad.

3. La Organización y Desarrollo de las sesiones

a. Elementos de seguridad y precauciones a tener en cuenta.

Es muy importante que la niña sepa identificar los peligros con los que se puede encontrar y debemos, a partir de la primera sesión, empezar a educarla, sin asustarla, sobre los posibles riesgos derivados de la práctica de la equitación, despertando en ella la capacidad de observar el entorno, los caballos y el respeto por las normas de seguridad del centro.

Si revisamos los apuntes del curso, podemos incluir, entre otros, los siguientes puntos sobre los que se ha de prestar especial atención:

  • Conocer el estado físico y psíquico del alumno.
  • Seleccionadamente el caballo.
  • Utilizar casco (salvo contraindicación médica), utilizar un protector si es necesario, vestir adecuadamente, llevar guantes.
  • Reducir el área de trabajo, conocer las condiciones climatológicas…
  • La aproximación al caballo, los movimientos bruscos, pasar por detrás, cinchar…
  • La posición del alumno para subir al caballo, ajuste de la cincha, bajar del caballo…

b. Adaptaciones del entorno.

Tal y como he comentado anteriormente, la zona de trabajo deberá estar debidamente señalizada, las pistas valladas y adecuadas a la altura de los alumnos, etcétera. Podemos utilizar códigos de colores, dibujos o pictogramas para identificar el material o las zonas de la pista. Por ejemplo, en el guadarnés, podemos clasificar a todos los cascos de un mismo tamaño con un color concreto, o poner dibujos en lugar de letras en la pista.

c. Adaptaciones del material ecuestre.

En principio, el poni estará equipado con una manta con cinchuelo y asideros, o una montura con asideros y estribos de seguridad con “tapaderos”; collar en lugar de riendas en las primeras sesiones; riendas con la posición de las manos marcadas con colores en las siguientes.

En cuanto al material de señalización y pedagógico, podemos utilizar conos de colores, dibujos, pelotas con sonidos, pelotas con asas, banderines, cubos de plástico, etcétera.

d. Para cada una de las sesiones:

Estructuraremos las ocho sesiones en dos bloques. Las tres primeras serán sesiones individuales (o acompañadas por el hermano o familiar)  y no tendrán como objetivo inicial las distintas etapas del galope 1. Las siguientes corresponderán a las cinco primeras etapas y se desarrollarán junto a otros alumnos, siendo cuatro en total. Este número de alumnos permite que en aquellos actividades que tengan que ir en parejas, el grupo sea lo suficientemente reducido como para no crear “corralitos” entre los alumnos.

Desarrollaré un poco más las tres primeras sesiones, que son las que creo han de marcar el punto de inflexión entre el trato individualizado a la integración en un grupo. En cuanto a las cinco últimas, simplemente replicaré las propuestas en el libro de galopes de la RFHE.

El hermano mayor acompañará, junto al profesor y la madre, a la niña por toda la hípica. Le explicarán entre los dos (hermano y profesor) dónde están situadas las cosas y la presentarán al resto de profesionales. También la presentarán al pequeño grupo de niños/as que se incorporarán a su clase transcurridas las tres sesiones iniciales.

Después, irán a buscar un poni B y lo llevarán a la zona de preparación. Juntos, realizarán la limpieza y preparación del caballo. El profesor explicará los distintos utensilios de limpieza y propondrá a la niña un pequeño juego en el que cada vez pedirá un objeto distinto para limpiar al caballo. La madre deberá prestar atención, ya que en las siguientes sesiones tendrá que preparar al poni.

Una vez preparado el caballo, y la niña debidamente equipada, irán, excepto la madre, los tres a la pista. El profesor enseñará a la niña a subir al caballo y repasará que el equipo esté ajustado. El hermano se situará cerca de la niña, mientras el profesor la llevará del diestro por toda la pista. En esta sesión, el profesor pedirá a la niña que alargue los brazos para tocar las orejas del poni, que toque la grupa, que ponga los brazos en cruz, etc. El hermano también intervendrá dándole objetos y recogiendo objetos tales como pelotas con asas, etcétera. Al cabo de un rato, se dará por terminada la sesión. El profesor enseñará a la niña a bajar del caballo. Llevarán el caballo a la zona de preparación, desprepararán al caballo junto a la madre y lo devolverán a su zona de estabulación.

La niña, acompañada del hermano y del profesor, irán a buscar un poni B y lo llevarán a la zona de preparación. Juntos, con la madre, realizarán la limpieza y preparación del caballo. El profesor repasará los conceptos explicados en la sesión anterior, repitiendo el juego de los objetos de limpieza. Esta vez, jugarán también el hermano y la madre.

Una vez preparado el caballo, y la niña debidamente equipada, irán, excepto la madre, los tres a la pista. El profesor ayudará a la niña a subir al caballo y revisará el equipo. Esta vez, la niña describirá círculos alrededor del profesor (equitación a la cuerda al paso). El hermano se situará cerca de la niña. En esta sesión, el profesor pedirá a la niña que alargue los brazos para tocar las orejas del poni, que toque la grupa, que ponga los brazos en cruz, etc. El hermano también intervendrá dándole objetos y recogiendo objetos tales como pelotas con asas, etcétera. En esta sesión también se introducirá sacar y poner los pies de los estribos. Al cabo de un rato, se dará por terminada la sesión. El profesor ayudará a la niña a bajar del caballo. Llevarán el caballo a la zona de preparación, desprepararán al caballo junto a la madre y lo devolverán a su zona de estabulación.

La niña, acompañada del hermano y del profesor, irán a buscar un poni B y lo llevarán a la zona de preparación. Juntos, con la madre, realizarán la limpieza y preparación del caballo. El profesor supervisará la acción.

Una vez preparado el caballo, y la niña debidamente equipada, irán, excepto la madre, los tres a la pista. El profesor ayudará a la niña a subir al caballo y revisará el equipo. La niña describirá círculos alrededor del profesor y la enseñará a utilizar las riendas para controlar la dirección del caballo. El profesor pedirá que abra la rienda interior para hacer cambios de sentido por delante de él. También indicará cómo parar y partir al paso con el caballo. Pedirá a la niña que se ponga en equilibrio encima del caballo y que encuentre en los talones su equilibrio. En la medida de lo posible, la introducirá al movimiento del trote levantado a partir de la posición de equilibrio. Una vez realizados estos ejercicios, soltará la cuerda y pedirá al hermano que camine delante del poni guiando a su hermana a través de un pequeño recorrido de conos. Al cabo de un rato, se dará por terminada la sesión. El profesor ayudará a la niña a bajar del caballo. Llevarán el caballo a la zona de preparación. El profesor supervisará como despreparán el caballo y lo devolverán a su zona de estabulación.

4. La evaluación del alumno

Establecer una ficha de evaluación y unos criterios de evaluación por ejemplo fichas de Galope 1.

Al finalizar las ocho sesiones, la niña debería ser capaz de superar correctamente los objetivos planteados en el apartado 1.b. Podríamos evaluar a la alumna utilizando la siguiente ficha modelo adaptada del libro de galopes para ponis.

Etapa Objetivos técnicos 1 0 Observaciones
1 Llevar el caballo del diestro por una línea recta.      
2 Montar, desmontar.      
3 Partir al paso de manera individual y parar en una zona determinada.      
4 Dirigir al caballo sobre un circuito al paso que comprende líneas rectas y cambios de dirección.      
5 Al paso sin los estribos, calzar los estribos, soltar los estribos.      
  Total= n/5   Total=n/5
        4/5 aprobado

La selección de los ejercicios ha de permitir que la niña supere todos los objetivos técnicos marcados, con el fin de que le sirva de motivación para continuar con la práctica de la equitación. El hecho de plantear un examen ha de servir como estímulo para la niña, no como algo que le infunda temor o rechazo. Si se diera este caso, no procederíamos a la realización de la evaluación y continuaríamos las sesiones evolucionando al ritmo que correspondiera.


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